Primeros sueños: Las manzanas:
sueño numero uno:
Cuando salí al patio pude ver frene a mi un arbol, era un arbol hermoso con un tronco firme, sano y grueso sus ramas eran totalmente simetricas, frondosas con hojas de un verde intenso y brillante y sus frutos: manzanas; de un rojo fuerte, grandes, brillantes casi redondas. Una sola de ellas casi no se podia agarrar con una mano y yo me delitaba mirando ese arbol y sus frutos y el contraste de ese verde brillante contra el azul del cielo, le di vueltas muchas veces sin poder apartar mi vista de él, de pronto como de la nada surgio un publico voraz que arrancaba sus manzanas mientras yo observaba ensimismada. De un momento a otro apareció entre el publico mi hijo y traia con el, un saco blanco, de un blanco resplandeciente y al igual que los demás comenzó a recoger manzanas pero las guardaba en el saco. Me miró y me dijo: -mami, no vas a coger una? y me ofrecio una hermosa manzana
sueño número dos:
Estabamos reunidos en el campo, era como salir de paseo, se sentía un ambiente relajado y mis compañeros de trabajo estaban junto a mi bromeando y riendo. De repente me encontré sobre una rampa de madera que me sostenia sobre un arbol... de manzanas. Pero esta vez el arbol no era hermoso, era un arbol corriente algo descuidado y un poco flaco con respecto al anterior sus hojas no eran uniformes ni en color ni en forma ; y al igual que ellas, las manzanas eran muy diversas: habia grandes, pequeñas, alargadas, redondas, sus colores variaban desde el rojo escarlata hasta el amarillo pasando por las diversas tonalidades e incluso algunas tenian visos y contrastes y manchas. y allí estaba yo esta vez alcanzando las manzanas y ofreciendolas a todos pero sin llegar a probarlas.
sueño numero tres:
dormi de nuevo, y esta vez caminaba entre los arboles de muchas clases y de muchas formas desde plantas trepadoras, palmeras, arboles frondosos, era un huerto impresionante pero ningún fruto. cuando seguí avanzando vi el arbol de manzanas en el borde del huerto pequeño, escualido, con unas cuantas hojas aunque muy verdes y grandes, y en él un solo fruto una manzana enorme y perfecta en su forma pero con un rasgo muy particular e inolvidable; y es que su color era simplemente especial: era una manzana plateada , y brillaba aún en la sombra, como si además del plateado tuviese escarcha, pero una escarcha que uno no entendía si era real o era nieve o hielo congelado, este era un fruto tan especial que ni siquiera me atrevi a acercarme a el...
y desperté.
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