Comenzaré por decirte, que lo más importante es el amor, por lo que todos tus actos deben estar orientados a él, alcanzarlo en plenitud, pero con mucha atención y cuidado. No te hablo del amor romántico (que obviamente también anhelarás y tendrás y sin duda te causará muchas alegrías); de lo que te hablo es del amor completo, ese que viene de Dios. Porque no quiero que pierdas la belleza de tu corazón, la generosidad que posees, la capacidad que tienes de conmoverte con las alegrías y desdichas de los demás, por lo tanto debes alimentar ese amor para que crezca y, mañana, cuando coseches los frutos de tus estudios y trabajo; no te parezca que compartirlo con los demás sea un desperdicio.
Después de tener claro, que el amor lo puede todo; conviene que analices en tu vida las motivaciones que posees para que verifiques en tu conciencia si son las apropiadas o no. No vayas por el mundo viviendo la vida sin un norte, sin algo que te oriente de tal manera que si alguna vez equivocas tu camino puedas mirar allí y seguir adelante. Observa la motivación real y si piensas que no la tienes comienza a construirla hoy; tal vez no lo notes pero tu presencia en mi vida, en nuestra familia, en tu circulo de amigos, en la sociedad, en este mundo; tiene una razón, tiene un ideal; que nos beneficia a muchos y a ti mismo. Es una voluntad creada por Dios, que quizá no conozcas, pero puedo orientarte diciéndote que en muchas ocasiones haz sido la motivación para salir adelante y continuar luchando a pesar de todas las adversidades.
No permitas que la fuerza de la costumbre o los caprichos engañosos de cosas materiales orienten tus actuaciones renuévate cada día y revisa tus actuaciones antes de irte a acostar; el análisis que hagas de ti mismo te servirá para encontrar los puntos que debes corregir en tu vida. No sigas los consejos de personas que no profesen hacia ti un verdadero amor, libre de interés (de cualquier índole) ese cuidado de ti mismo te puede salvar de encontrarte alguna vez enredado en una circunstancia no muy grata.
Con todo el amor de mi corazon y mi alma...
María
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