Me hablas señor,
tu voz es tan sutil,
tan suave y delicada
que muchas veces
no la escucho claramente,
pero mi corazón te entiende,
gracias por tus promesas,
gracias por tu misericordia,
porque solo tu eres eres fiel y justo
y santo,
¡bendito sea tu nombre oh Dios!
No hay comentarios:
Publicar un comentario